Centro de estudiantes de Psicología

Balance de las Jornadas de la FUBA

Debates y resoluciones que preparan la lucha estudiantil

Una “tradición” más que saludable

Como cada año desde que fue recuperada de manos de la Franja Morada en 2001, la FUBA llevó a cabo un Congreso Extraordinario, esta vez bajo la modalidad de “Jornadas abiertas”. Así, el 9, 10 y 11 de junio tuvieron lugar paneles de debate en nuevos facultades, tres comisiones y un plenario resolutivo de cierre, en el que participaron más de 800 estudiantes. Una novedad de las Jornadas estaba dada por el hecho de ser la primera instancia en la cual participaban como parte de la conducción las fuerzas que se incorporaron a ella este año ( La Mella y Libres del Sur). Al mismo tiempo, cabe destacar que el conjunto de las corrientes actuantes en el movimiento estudiantil participaron de los debates y las resoluciones, con la excepción de tres: la Franja Morada , el kirchnerismo y Proyecto Sur, que sabotearon la actividad eludiendo exponer sus puntos de vista en público.


Un marco convulsionado

El Congreso tuvo lugar mientras avanza la crisis capitalista mundial, hoy con epicentro en Europa, donde gobiernos de diversos signos políticos propugnan descargarla sobre las masas, a través de brutales ajustes. En nuestro país, el gobierno de Cristina se presenta como la negación de esa situación; sin embargo, la crisis está y también se descarga sobre los trabajadores. Con una inflación anual cercana al 40%, el gobierno otorga a los empleados estatales un 20% de aumento; esa “diferencia” es la base de su “superávit”, que se destina al pago de la deuda externa. El 75% de los jubilados, por su parte, ganan $895, o sea que están condenados a la miseria, mientras la Anses lleva adelante un festival de préstamos a grandes capitalistas. Frente a esta situación es que se desarrolla un ascenso obrero, que cuestiona los topes salariales del gobierno y la burocracia, protagonizando grandes luchas que han puesto a la orden del día el 35% y la reapertura de las paritarias. La educación, naturalmente, no puede estar ajena a esta situación, y sufre a su turno su propia crisis: miseria presupuestaria, docentes mal remunerados o sin salario, crisis edilicia (falta de sedes, de gas, de techos) y deserción, todo como parte de un proceso de privatización –aranceles en grado y posgrado, convenios-. En este complejo marco, el debate del movimiento estudiantil y su preparación para las importantes luchas que hay por delante tienen una importancia fundamental, y las Jornadas de la Fuba constituyen un paso en ese sentido.

El efecto Exactas: LES, kirchnerismo, autonomía

Las Jornadas tuvieron lugar bajo el “efecto Exactas”, facultad en la que recientemente los estudiantes derrotaron la política de las camarillas y el gobierno kirchnerista de acreditar las carreras a la Coneau (el organismo de evaluación externo creado por la ley de educación superior menemista). Esta comisión viola la autonomía –evaluación estatal- para “homogeneizar” los planes de estudios en relación con los intereses privados. Por este motivo, el movimiento de lucha universitario viene peleando desde sus inicios contra la LES , y es así que el alcance que tuvo la lucha en la UBA durante los últimos quince años ha logrado impedir la acreditación en la mayor parte de las carreras, siendo la reciente victoria en Exactas el último hito de esta historia.

El gobierno al rescate de la LES

La relevancia de esta pelea es especial, pues se da en momentos en los que el kirchnerismo anunció que elaborará una nueva ley de educación superior cuyo objetivo es rescatar una política que está más que cuestionada. Amparado en la experiencia de la ley de medios, es muy posible que el gobierno se valga del “debate de una nueva ley” para proceder a una cooptación del movimiento estudiantil y docente. A partir de esta realidad se da la necesidad de un programa de la Fuba para enfrentar esta situación, poner en evidencia los intereses que representa el kirchnerismo y derrotar los intentos de cooptación.

Dos posiciones en las Jornadas

La importancia del programa llevó a un debate político en el cual se plasmaron dos posiciones: quienes defendemos la autonomía y el cogobierno contra el Estado y los gobiernos capitalistas, y quienes proponen “evaluaciones del Estado” bajo una especie de “Coneau nac & pop”. La primera posición tiene en cuenta que los gobiernos capitalistas son agentes de las contra-reformas educativas que destruyen las carreras, promueven la descalificació n, imponen cupos y deserciones masivas. Esto es válido, incluso, bajo los gobiernos “nacionalistas”, como lo demuestra la contra-reforma universitaria promovida por Correa en Ecuador, que fue resistida por el movimiento estudiantil. En el debate, además, advertimos que las posiciones que promueven “evaluaciones del Estado” son susceptibles de caer en las redes de cooptación K. A la hora de las resoluciones, la votación a favor de la autonomía universitaria fue unánime. Queda planteado, por lo tanto, el interrogante sobre el alcance de la divergencia. En cualquier caso, el debate tiene una función decisiva de cara a las tareas que hay por delante. Es fundamental el programa votado (autonomía, ingreso irrestricto, gratuidad en todos los ciclos, financiamiento único y estatal) que constituye, en sí mismo, un “contraproyecto” de ley respecto de la política capitalista del kirchnerismo hacia la universidad. Conforma una base, además, para una importantísima tarea que quedó planteada para la Fuba : la contraofensiva contra la LES y la Coneau , por la desacreditació n de todas las carreras del grado y posgrado.


La independencia política, en debate

Las Jornadas involucraron, también, otros grandes debates que atraviesan al movimiento estudiantil, y a la propia dirección de la FUBA : desde la relación con los gobiernos, hasta la ley de medios.
Las resoluciones fueron claras: por amplia mayoría el plenario ratificó el apoyo de la Fuba a la lucha de los pueblos latinoamericanos por sus reivindicaciones y contra el imperialismo. De esta manera, la moción que impulsaba el bloque La Mella-Libres del Sur, que pregona una integración con los gobiernos nacionalistas que recorren el continente, fue derrotada. Su adaptación llega a tal punto, que votaron en contra de repudiar las declaraciones de García Linera, quien acusó a los trabajadores bolivianos que pedían un 5% como incremento salarial de “contrarrevolucionar ios”…También en este caso quedaron en minoría, y la Fuba confirmó su independencia política y su compromiso con las luchas obreras y populares.

Similar polémica tuvo lugar en relación con la ley de medios. En esta cuestión, la Fuba adoptó por amplia mayoría el punto de vista que recientemente sancionó una masiva asamblea de Sociales: el rechazo de la ley capitalista K y la independencia política respecto de los bloques patronales en disputa. Por lo tanto, los grupos “independientes” (Mella y amigos) y Libres del Sur quedaron en minoría en su apoyo al proyecto kirchnerista.

Las polémicas y la claridad, una herramienta para potenciar las tareas que hay delante

Los debates que tuvieron lugar en el Congreso son claves en relación con las tareas planteadas, y el hecho de que la Fuba salga dotada de una posición independiente en todos los planos es decisivo para preparar la lucha. Ocurre que la falta de definiciones claras, sumada a la tendencia a la conciliación con los poderes de turno se expresa en múltiples aspectos. Así, el hecho de que ciertas corrientes como La Mella apoyen a los gobiernos nacionalistas se corresponde con la integración política a las gestiones progre-kirchnerista s (como Filo, Sociales o Exactas). La experiencia de lucha demuestra que para poder llevarla adelante en forma consecuente es requisito ineludible la total independencia; por este motivo, las posiciones que adoptó la Fuba son una excelente preparación para las peleas que tenemos por delante. Es tiempo de poner en marcha las campañas resueltas, preparando una contraofensiva contra la LES y la Coneau , por la desacreditació n en todas las carreras y trabajar por una gran marcha federal en el segundo cuatrimestre.